cine , Henry Spencer Martes, 23 febrero 2016

Les voy a contar por qué “De los 13 a los 30” siempre me hace soltar lagrimita

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Foto: vía Google

 

(Si no la has visto, hasta aquí nomás. Se vienen spoilers).

Obviamente “De los 13 a los 30” no es solo una cinta sobre una chica que, de pronto, pasa de niña a adulta y todas las situaciones divertidas a partir de eso.

Toda esa historia de crecer rápidamente es el chiste y excusa perfecta para que la protagonista, Jenna (extraordinaria Jennifer Garner), mire hacia atrás y vea cómo su vida “de grande” la ha cambiado, la ha convertido en otra persona, la ha alejado de la pureza, inocencia, entusiasmo de su adolescencia.

De pronto, comienza a regresar, comienza a buscar eso que cree ha perdido. Regresa donde su primer amor (“no soy la persona que todos dicen que soy”, le dice), regresa donde sus papás (“los he extrañado un montón”, los abraza llorando), regresa a su propia revista pinky de moda -donde es la editora general- a un estilo de publicación más natural (“tenemos que recordar lo que solía ser bueno para nosotros”, le dice, emocionadísima, a todo el equipo de la revista).

“De los 13 a los 30” es una linda historia sobre regresar a ser quienes éramos, sobre permitirnos una segunda oportunidad, un nuevo inicio para ver la vida más colorida, menos contaminada, tal y como la veíamos de chicos.

(Y el tráiler es divertidísimo)