Henry Spencer , noticias Lunes, 25 mayo 2015

Montage of heck, un collage del infierno

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Cobain, montage of Heck. Documental sobre la vida del exvocalista de Nirvana.

Cuando en 1994 se anunció la muerte de Kurt Cobain, líder de, por entonces, la banda de rock más importante del planeta, sucedió algo inesperado.

Eran mitad de los 90s y el formato CD estaba en pleno auge -¿se recuerdan pulpines juntando propinas de a poquitos para comprar el último disco de moda?- y paralelamente al establishment discográfico, otra industria, con pata de palo y parche en el ojo, lanzaba las hermosas “bootlegs” con conciertos, demos y canciones inéditas de las bandas del momento.

Con la partida de Cobain, los 3 –sí, solo lanzaron 3– álbumes de estudio de Nirvana se empezaron a vender como pan caliente, pero los hardcore fans encontramos en la industria pirata una interminable colección de canciones caletas, versiones especiales, ensayos y shows en vivo lanzados en decenasdecenas!) de discos (hay una colección pirata llamada “Outcesticide” que 10 años antes ya sacaba a la luz casi todos los temas que formaron parte de “With the lights out”, boxset oficial de Nirvana lanzado en el 2004).

¿En qué maldito momento Cobain compuso tanto?, era la pregunta que todos nos hacíamos, de modo inocente, antes de enterarnos con los años que no era lo único que había hecho.

Aunque la faceta más conocida de Kurt es la de compositor y cantante, muchos desconocen que prácticamente toda la carrera artística de Nirvana se planeó en un pequeño universo personal de Cobain con forma de cuaderno espiralado rayado.

No solo en estos cuadernos escribió las letras de todas sus canciones, sino también cartas de despedida para los bateristas que no lo convencían (“creemos que una banda debe practicar, al menos, 5 veces a la semana si quiere lograr algo serio”, le escribió a uno), cartas de presentación de Nirvana para las disqueras a las que soñaba pertenecer (“estamos dispuestos a pagar la mayoría de los costos de la producción de los discos. Básicamente queremos estar en su disquera”), decenas de “to do lists” (listas de tareas pendientes para la banda), ideas muy concretas para sus videoclips (pocos saben que Cobain era el ideólogo detrás de todos los videos de Nirvana) y poesía, comics, dibujos, afiches para conciertos, garabatos que luego se convertirían en algo más y un eterno etcétera (todo esto descubierto gracias a la publicación de Journals, sus diarios personales, en el 2002).

Y este es solo un pequeño punto de partida para lo que es “Montage of heck”, el primer documental oficial sobre Kurt Cobain y “el documental más íntimo de la historia del rock”, como muchos periodistas califican.

Hace 8 años, Courtney Love y Frances Bean -viuda e hija de Cobain- le encargaron al director Brett Morgen realizar un retrato real, honesto sobre el líder de Nirvana.

Desde su muerte, han aparecido, y siguen apareciendo, especiales televisivos, documentales que narran “la verdadera historia de la leyenda del grunge” (en Youtube y torrents están por decenas), versiones originales de entrevistas largas que le hicieron en la época, pero también cintas que narran las teorías de conspiración en torno a su muerte: la más reciente, por estrenarse, “Soaked in bleach” (2015) y la primera de todas, a mitad de los 90s, “Kurt and Courtney: ¿Quién mató a Kurt Cobain?”.

Y este era el único recuerdo que Frances Bean tenía de su padre: la estrella de rock, la leyenda, el responsable de cambiar para siempre la música en los 90s, el suicida, el hombre que partió demasiado pronto del cual no tiene recuerdos propios.

Ante esta circunstancia, sucedió algo inimaginable. La familia de Cobain -Frances como productora ejecutiva- le entregó a Morgen la llave de un depósito que atesora, en cajas de plástico, todos los objetos personales de Cobain: los cuadernos de los diarios personales, dibujos, pinturas originales, películas de cine de Super 8 con imágenes del cantante de niño y videos caseros de Kurt, Courtney y Frances registrados en 8mm (el formato de moda a inicios de los 90s).

En una de esas cajas, que llevaba como título simplemente “cassettes”, Morgen encontró más de 100 cintas de audio que el propio Cobain registró con conversaciones personales, audio diarios, historias cortas, borradores de canciones y covers (hay una versión recontra triste del “And I love her”, de The Beatles) y claro, “Montage of heck”, collage sonoro musical que Cobain realizó en 1988 con una casetera de 4 canales, que da título a la película.

Y la película, claro está, es un viaje tierno, adrenalínico, aterrador por momentos, esperanzador, triste, pero sobre todo, tal como quería Frances Bean, honesto, y a eso, creo, se debe su éxito.

Morgen ha juntado todas las piezas dejadas, creadas, por Cobain -video, audio, increíbles animaciones de sus dibujos- y ha buscado testimonios íntimos de “las 5 personas que amaron y aman a Kurt más allá de su estrellato, personas que lo amarían igual si hubiese sido el portero de una escuela”.

Por primera vez, entonces, vemos a Don Cobain, padre del cantante, y a Wendy O´Connor, madre -su descripción de la infancia de Kurt, acompañada de peliculitas Super 8 de Cobain a los 2 y 3 años, es una de las cosas más tiernas que verás alguna vez en una película-, a Kim Cobain, hermana, a un tranquilo y reflexivo Krist Novoselic, bajista de Nirvana (que se pregunta, algo arrepentido y asustado, por qué no prestó más atención al arte de Kurt, si “ahí estaba todo”) y, claro, a Courtney Love, que según cuenta el director, le dio total libertad para hacer la cinta que quisiera.

Montage of heck” retrata al ser humano llamado Kurt Cobain: al brother hogareño, gracioso, tierno, huevón por momentos, pero también preocupado, angustiado, acosado por la prensa de espectáculos que lo acusaba de drogadicto y que aseguraba, el mismo día que su hija nació, que Frances Bean era una “junkie baby” nacida con problemas debido al consumo de heroína de su madre.

En resumen: es el Cobain que nunca antes has visto.

“¿Qué significa “Montage of heck?”, le preguntó un periodista al director, Brett Morgen.

“Bueno, heck es hell (infierno), así que podría decirse que es un “Collage del infierno”, respondió.

Y sí, la cinta es literalmente un viaje dentro del cerebro de Cobain que, claro, debido a los problemas que tenía, y que todos conocemos, podría calificarse como un espacio muy oscuro.

Lo bonito es que “Montage of heck” también demuestra que Kurt, en medio de esta oscuridad, trataba de encender todas las luces posibles.

Funciones en cartelera:

 

Desde el 26 hasta el 30 de mayo

¿Dónde?

En todos los cines Cinepolis

 

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